jueves, 3 de abril de 2008

CARLOS MAURO HOYOS: PROCURADOR


La década de los 80 estuvo caracterizada por conflictos, guerrilla, delincuencia común y el crecimiento de los sectores de la droga. Hacia el año 1892, cuando Belisario Betancur subió a la presidencia, en un contexto de violencia, donde el M-19 ha tomado tal fuerza que logra expandirse por los departamentos del Huila y Valle del Cauca. Las FARC, lo que hacen es multiplicar los frentes de acción teniendo ya en 1986 alrededor de 30 frentes. Es por ello, que al finalizar el periodo presidencial de Belisario Betancur, su propuesta pacifista resulto ser un fracaso, y con la entrada de Virgilio Barco al poder, la estrategia cambio. El nuevo presidente trabajo por institucionalizar la negociación, invertir en las zonas de violencia, reforzar la presencia del ejército y la policía y preparar la elección popular de alcaldes, entre otros planes.

La estrategia del presidente Barco estuvo marcada desde el inicio por el PNR (Plan Nacional de Rehabilitación). Este plan busco reducir los índices de pobreza y luchar en contra del narcotráfico, igualmente buscaba orientar el gasto público al área social. Esta estrategia fue una táctica para logar un equilibrio social que permitiera dar una solución viable a la crisis, desde el frente de ataque económico, pues Barco pensaba que reduciendo la marginalidad y supliendo con las necesidades de la gente la violencia cesaría.

Por otra parte, el gobierno de Barco tenía como objetivo dar nuevamente credibilidad por parte de la opinión pública y la sociedad general a las instituciones, por ello afirmaba en sus discursos que lo más importante era la democracia y que el eso lo respetaría.

Durante esa época, fue compleja la identificación de los grupos al margen de la ley, pues no se tenía claro de donde provenían tantas corrientes paramilitares que realizaban atentados, extorciones, torturas, desapariciones, etc. Entonces, la violencia era generada por varias corrientes como el narcotráfico, guerrilla y el mismo ejército.

Hacia el año 1984, la violencia iba en crecimiento, pues el 99% de los asesinatos eran de izquierda y principalmente de la Unión Patriótica. Del mismo modo las muertes y secuestros iban en aumento por las “milicias paramilitares”.

En el año 1987, la guerrilla de las FARC manifestaron el interés por alcanzar la reconciliación, sin embargo, el presidente Barco había cerrado esa posibilidad desde el inicio de su mandato, y luego de un no rotundo por parte del estado las FARC matan a 27 soldados en Caquetá en julio de 1987.

La reforma política del poder municipal que inicio el presidente Betancur, la retomo Barco y esta fue, sin duda alguna, el comienzo del fin del bipartidismo en Colombia. Es así como se empieza a dar más participación a movimientos populares, lo que hace que se amplié significativamente la democracia.

Durante la elección popular de alcaldes, la cosa política su puso aun más grave, fue secuestrado Andrés Pastrana, candidato a la alcaldía de Bogotá y el 25 de enero de 1988 fue asesinado el procurador general de la Nación Carlos Mauro Hoyos, según Los Extraditables por “Traición a la Patria”.

A partir de este hecho, el presidente Barco expidió un rígido estatuto antiterrorista, en el cual mencionaba el derecho y el deber que tiene de defender la democracia, la mención de temas como la reforma al Habeas corpus, la jurisdicción del orden público, el fortalecimiento de la justicia, los proyectos para defender los derechos humanos, el control de helicópteros, el fortalecimiento de las fuerzas públicas y la estrategia internacional contra el narcotráfico entre otros aspectos.

Cada medio analizado en esta tesis arroja resultados ya esperados. Cada diario intenta defender sus intereses y habla de lo que más beneficio les da. Es claro que cada hecho es abordado desde la posición política que tenga, por ejemplo, la muerte del procurador es un evento más que aprovechan para defender la tesis que manejan. Finalmente, queda claro que la objetividad de los medios frente al narcotráfico es nula y nivela los actos de la guerrilla como simple violencia común.

1 comentario:

Juan José dijo...

Triste la muerte y más las de quienes estaban luchando por cambiar las cosas. No hay derecho a que después de tantas víxtimas sigamos en las que estamos. Y lo peor es la indolencia. 4.5
Juan José